Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país

Fecha: Jueves, 11 de abril de 2013. Escrito en Frases

Este es el enunciado del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Algo parecido dice la Constitución Española de 1978, que acaba de cumplir 26 años de vigencia, en su artículo 19:
Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.

En el mismo sentido, el Título V, artículo II-45 del proyecto de Constitución para Europa consagra la libertad de circulación y residencia diciendo: 1. Todo ciudadano de la Unión tiene derecho a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros. 2. De conformidad con lo dispuesto en la Constitución, se podrá conceder libertad de circulación y de residencia a los nacionales de terceros países que residan legalmente en el territorio de un Estado miembro.

En el ámbito del turismo, el código ético aprobado por la OMT trata y desarrolla este mismo principio en su artículo 8. Por su parte, la hoy cuestionada IATA fue punta de lanza, por motivos puramente comerciales, de las llamadas libertades del aire.

Todas estas declaraciones de principios están muy bien, pero ¿en qué medida se cumplen hoy día? No hay más que mirar cómo trata la primera potencia mundial (económica y turística) a sus visitantes, con una burda simplificación de la realidad, que obvia interesadamente las causas últimas de sus desgracias.
Con otro estilo, la vieja Europa aplica en parte de su territorio el Acuerdo de Schengen, un primer paso; pero ahora afronta nuevos retos con la ampliación realizada en mayo y las que vendrán.
En algunos países, hablar de libertad de movimientos no pasa de ser un triste sarcasmo. Ahí están Corea del Norte, Colombia, Haití, Cuba, Iraq, Afganistán, Palestina, Israel o Sudán.

Pero todo puede cambiar, para mejor. Como dijo un tal John Lennon: Imagina a toda la gente compartiendo el mundo. Ésta puede ser una de las consecuencias más útiles de los millones de movimientos turísticos que se producen cada año: el cambio de las mentalidades y que se ganen parcelas de libertad y paz para el ser humano en cualquier lugar de la Tierra.

You may say I'm a dreamer, but I'm not the only one...

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