Come poco y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago
Esta sentencia aparece en El Quijote, segunda parte, dentro del capítulo XLIII, titulado De los consejos segundos que dio don Quijote a Sancho Panza. El Caballero de la Triste Figura instruye a su escudero sobre los buenos modales en la mesa, y en general sobre cómo conducirse adecuadamente en sociedad.
Quizás sea el momento de plantearse la doble vertiente que implica esta frase y su contexto. En fechas como las Navidades, cuando parece obligado consumir por consumir, ¿qué efecto tiene esta forma de actuar sobre nuestra salud y sobre nuestra ética? ¿Cuánto tiempo puede aguantar el cuerpo humano una alimentación desequilibrada?, ¿es lícito atiborrarse de comida, simplemente porque podemos hacerlo?
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