spa
La palabra «spa» procede del nombre de la ciudad belga de Spa, y llegó al español a través del inglés, lengua en la que tiene diversos significados: fuente termal, bañera de hidromasaje, balneario, establecimiento donde se aplican tratamientos de salud y belleza. La etimología popular que atribuye esta palabra a un acrónimo de supuestas frases latinas (salus per aquam, sanus per aquam, sanitas per aqua, salutis per aqua, saludis per aqua, solus per aqua) o italianas (salute per l'acqua) es totalmente errónea.
Legalmente, la denominación «balneario» está reservada para los establecimientos que proporcionan tratamientos médicos con agua mineromedicinal.